Por: Juan Castañeda Murga
La ñuña (Phaseolus Vulgaris L.), es un frejol que crece en los Andes y su área de producción va desde Cajamarca por el norte hasta Chuquisaca (Bolivia) por el sur. Se prepara tostada con un ligero toque de aceite para dorar, se le agrega sal y ya está lista para su consumo. Según la lingüista María Cuba Manrique su nombre proviene de la lengua culle, que se habló en la sierra trujillana (incluyendo Cajabamba), hasta la frontera con el río Marañón; aunque Sergio Zapata en su Diccionario de Gastronomía señala que vendría del quechua ñuñu, que significa pezón. Es común observar que se vende ñuña por las calles y mercados de Trujillo.
El obispo Martínez Compañón en su Razón de las Especies del Obispado de Truxillo, menciona que nunya es “especie de frejol, que se da en lugares templados de la sierra y esta solo se come tostada y se vende como golosina …”. Camino Calderón en 1945 en su Diccionario Folklórico del Perú dice de la ñuñas que son “unos suavísimos frejolitos que se doran en manteca” y registra el versito:
Huamachuco:
uñas, cuñas y ñuñas
Foto: El Tribuno